Algunos hombres son expertos en la materia; otros, los saben, pero se detienen a decirlos, y la mayoría de mujeres los han escuchado, en alguna ocasión de sus vidas. Dicen que el hombre se enamora por la vista y la mujer por los oídos y, sin duda, los piropos son unas de esas frases que hacen pasar a las mujeres momentos de encanto o desagrado. Aunque en algunos casos pueden resultar ofensivos y francamente vulgares, no dejan de tener picardía e ingenio y una chispa de poesía ignata, pero su fin es halagar, conquistar, ofender, provocar, causar placer o disgusto. Todo empezó hace casi ocho siglos cuando estaba prohibido desbordar pasiones, por lo cual los cortesanos de la época se convirtieron en encantadores de mujeres por medio de frases y palabras, menciona el sitio enplenitud. Los piropos no se quedaron atrapados en el Siglo XII. Con el paso del tiempo, el ser humano ha encontrado la forma de crear nuevos y variadas frases de encanto que van desde poéticos hasta vulgares. Â A continuación te presentamos algunos para ganarte el corazón de alguna "damisela" "Desde siempre soñé que la vida era bella, y no sabía por qué
A esas frases las hemos dejado fuera de la lista. Los escuchamos como hijas y los escuchamos como madre. Para empezar, aquí va uno que juega con las tradiciones culinarias de America. Uy mi amor, como que en vez de echarte talco te echaron levadura.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza. Déjame que me calle con el silencio tuyo. Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.